El Cuerpo Taoísta

El Cuerpo Taoísta es un cuerpo basado en las energías generadas Jing y las energías que crean  condiciones para la formación del espíritu Shen.

Qi, Jing, Shen son energías, donde Qi es la energía lineal (mortal), Jing es la energía de la forma (figura geométrica), Shen es la energía cristalizada (la energía que mantiene la forma, la energía inmortal).

Estructura del Cuerpo Taoísta

La estructura del Cuerpo Taoísta es un proceso comprensible de interacción del microcosmos con el macrocosmos por medio del esquema Cielo-Tierra-Hombre, o por el esquema de los esfuerzos que formaron la naturaleza humana. La Tierra aquí es una forma, el Hombre es una medida, y el Cielo es una correspondencia, que se basa en una de las trece estructuraciones que crean nuestro espacio, que se divide por características de frecuencia. 

El marco para comprender y estudiar el cuerpo mismo se convierte en una medida, una dimensión, que impregna toda la doctrina sobre el Cuerpo Taoísta.

Como resultado, el cuerpo es visto:
+ desde la posición de llenado (es decir, desde la capacidad de la geometría del cuerpo de conservar y preservar la energía)

+ desde la posición del eje (la capacidad del cuerpo de permanecer en estado equilibrado, y como resultado interactuar con los sistemas del cuerpo y los órganos).

+ en términos de contener los esfuerzos proporcionales (la capacidad para cristalizar el cuerpo y saber controlar la mente)

+ en términos de la capacidad para tener los doce tipos de experiencias (como un formato de preservar el ritmo que alimenta a la energía Shen)

+ desde la perspectiva de la capacidad para manejar las características de alta frecuencia.

Por lo tanto la Doctrina sobre el Cuerpo Taoísta es una enseñanza acerca de la dimensión arraigada en la naturaleza de un espacio tridimensional, que está dividido en tres planos, cada uno llevando una combinación de diferentes formas, donde el Cielo se apoya sobre el eje vertical que consta de 13 vueltas de espiral (cada vuelta es una figura), la Tierra se apoya sobre el eje horizontal, que consta de 5 vueltas de espiral (cada vuelta es una figura), e incluso el eje tangente que interactúa con el Cielo y la Tierra y corresponde a la causa del Hombre. Este eje consta de 8 vueltas, donde cada vuelta es una estructura.

Cada una de las figuras genera determinado tipo de energía, que es definido por su disolución o por su conversión. El proceso de la conversión es único, define las propiedades de las figuras, basadas en diversos tipos de energía que tienen su frecuencia resonante.

                                                                      Oleg Cherne                


Artículo del Maestro Oleg Cherne

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